sábado, 7 de diciembre de 2013

Nuevo arzobispo para Madrid

Se habla bastante en la información "religiosa" del supuestamente inminente relevo de Su Eminencia el cardenal Rouco Varela al frente de la archidiócesis de Madrid. No pocos consideran como seguro el nombramiento del cardenal Cañizares Llovera. Yo no considero que ese sea un nombramiento acertado, por los siguientes motivos:

1)Su escasa cercanía con la archidiócesis (que no ha pisado apenas desde sus lejanísimos tiempos de profesor en el Seminario).
2)Su probada mediocridad como obispo, ya en Ávila (que dejó con una mano delante y otra detrás tras embarcarse en el ruinoso proyecto de crear allí una universidad católica), ya en Granada (donde no hizo nada en especial), ya en Toledo (donde intentó actuar como un obispo "a la vieja usanza", con ademanes y ropajes cuasi principescos), ya como prefecto de Culto Divino (donde tampoco ha hecho nada reseñable). 
3)Su excesiva cercanía con los poderosos, ya con Aznar (con quien siempre se llevó muy bien), ya con Zapatero (ídem), ya con Rajoy (que se rumorea ha pedido a Roma que le nombren a él), ya con Bono (de quien siempre ha sido muy amigo), etc.
4)Su excesivo afán de mandar (mucho mayor que el de Rouco Varela), que tuvo como consecuencia el esterilizar buena parte del trabajo del arzobispo de Madrid como presidente de la CEE a causa de las rivalidades entre uno y otro. 
5)Su excesiva cercanía a sus amigos, que le llevó a promocionar a Sistach para Barcelona (bloqueando el nombramiento de Ureña, que era el candidato de Rouco Varela, y que habría sido mucho mejor) o a forzar el relevo de Reig Plá en Cartagena tras el enfrentamiento de éste con el rector de la UCAM (muy amigo de Cañizares).
6)Su oportunismo descarado: fue progresista en los 70 y ultratradicionalista en los 80, defensor de la Misa tridentina en Toledo pero olvidador de ésta en Culto Divino. Se arrima siempre al sol que más calienta, eclesialmente hablando.
7)Su carrerismo, que le ha hecho estar siempre más pendiente de promocionarse para ascender a puestos superiores que de pastorear su diócesis. Particularmente descarado esto último desde que es prefecto de Culto Divino: se ha pasado más tiempo viajando (posiblemente para promocionarse como arzobispo de Madrid) que en Roma (donde no ha hecho nada).

¿Quiénes serían más apropiados? Mons. Herráez Vega (tras un cuarto de siglo colaborando estrechamente con el arzobispo de Madrid, primero con Suquía y luego con Rouco), Mons. Osoro Sierra (su labor como arzobispo de Valencia es aval suficiente), Mons. Sanz Montes (ídem, en Oviedo, que está empezando poco a poco a levantar cabeza tras que Díaz Merchán la arrasara) y finalmente mons. Rodríguez Plaza (por experiencia pastoral y porque fue sacerdote en Madrid muchos años). 

No hay comentarios:

Publicar un comentario